sábado, 4 de abril de 2020

Bacho crónico: Los rudos

Ayer, dos futbolistas se liaron a golpes en la cancha de básquet. Se dijeron unas cuantas verdades, muy rudas, de machos. Al rato, a media clase, llegó uno de los rijosos y se sentó a la mitad del salón. Seguí con la clase, a los cinco minutos se abre la puerta y entra el otro rijoso, buscó lugar y fue a sentarse con el otro rijoso. Se me erizó la pelambrera, estos se van a dar otros madrazos aquí en el salón. Sin embargo, se la llevaron tranquila, movían la cabeza cuando explicaba lo de los versos y las estrofas. Los dos tomaban apuntes, fue cuando se tomaron de la mano. Una caricia, no se voltearon a ver. Zanjaron el entuerto, no se dijeron nada.


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