martes, 31 de julio de 2012

Bacho crónico: El Entrenamiento

"Ch" respira profundo, tiene una mano empuñada en la cintura y la otra estirada a la altura del pecho. Grita y su rostro adquiere una mueca feroz, levanta el pie y patea a su compañero en el estómago. El compañero aguanta el golpe y grita. "Ch" vuelve a repetir los movimientos, mueve las manos, gruñe y vuelve a levantar la pierna y marca con la suela de tenis el pecho de su contrincante. Oye, le digo a "Ch", por qué le pegas; no le pego maestro, estamos entrenando, sabemos lo que hacemos. Volteo a ver a "A" y asiente con la cabeza; todo, dice "A", todo está medido profesor, sabemos cómo patear y dónde pegar.

"Ch" tiene el pelo de un milímetro de tamaño, la cabeza es redonda y sus orejas grandes, viste con uniforme negro, de dos piezas, holgado, gabardina dura, un logotipo en la espalda  que simula un sujeto volando al tirar una patada. Dice tener el dominio de las técnicas del taekwondo, dice entrenar a diario con un profesor "coreano de Corea"; "A" asiente y agrega, es décimo dan y va a competencia en el extranjero, a China y Japón. Nosotros, dice "Ch", somos cinta azul, tres antes de la negra, si le echamos ganas para fin de año subimos a cinta roja-negra.

"Ch" y "A" soportan el sol de las dos de la tarde, sudan, es abril y después de dos minutos todo se ve azul. Le vamos a hacer una demostración prof, dice "Ch", esto es un "chagui" mire y levanta la pierna y patea en el rostro a su compañero. "A" cae de espaldas, se oye un golpe pesado en el concreto del patio, se levante y le da un golpe a "Ch" con el puño en el rostro, y esto es un "jirugui". "Ch" cae de espaldas, se levanta rápido y grita. A  bien no sé si esto es una demostración , "Ch" comienza a sangrar por la nariz y "A" tiene roja la mejilla, se patean y se golpean con los puños cerrados,  no veo ya en esta demostración una depurada técnica de artes marciales orientales. "A" tira al piso a "Ch", se escucha un "ay" y un ya chingao, ya. sus compañeros, novatos supongo, los separan. Los levantan, se ven con furia. Te pasastes de verga ojete, sí, pero tú mas hijo de la chingada. La demostración para el maestro terminó en combate. Pues no que estaban entrenando, le digo a "A", pues si, pero aquel güey no me dijo ni agua va y ya ve, me pegó y que me caliento  y pues tuve que defenderme. Así es, lo frío y lo caliente,lo crudo y lo cocido, unos dicen y otros hacen, unos fingen y otros tienen la suela del tenis marcada a media cara.

lunes, 30 de julio de 2012

Bacho crónico: El Nombre


Profesor, qué tengo que hacer para cambiarme el apellido paterno; señorita, le digo, eso es un trámite legal muy complicado, tienes que entablar un juicio y requiere motivos específicos que la ley ordena para tales casos; no puede usted llegar y decirle al juez: señor juez quiero que me cambie el apellido por favor. No se puede hija. ¡Mierda! dice, y se mece los cabellos, hace gestos y con la mano derecha se golpea la pierna, es que ya no aguanto prof, ya no aguanto, cada vez que pasan lista es la misma chingadera, desde la primaria, la secu y ahora en el Bacho. Hago memoria. Si, si recuerdo el apellido. Cierto, concuerdo con ella, el nombre marca, es como una cicatriz, como una bandera, nos eleva o nos destroza. Y todo por esas pendejadas del circulito maestro, ¿del circulito?, de qué hablas, si maestro de donde es mi papá usan esa cosa del circulito para ponerle nombre al chiquillo, lo del animal que cruza y esas pendejadas. Llora. Ya no aguanto prof, y por favor, me exige, por favor cuando pase lista, y me señala con su tembloroso dedo índice, dígame solo mi segundo apellido ¿sale?, muy bien, señorita Pájaro, quedó claro. ¡Ya ve, ya ve¡ me grita; ya pues, ya, le grito, ya entendí. Nos miramos y nos reímos.

Bacho crónico. Corrección prosódica

Está dormido, respira fuerte. Sus compañeros se ríen, lo observo y digo, de seguro su compañero se levantó temprano para ir a trabajar. Un...