Noche 1003
Anoche soñé con el Sai Baba. Entraba en mi cuarto, con ese enorme y envidiable pelo. Maestro Baba, le dije, qué intenciones tiene usted, él me contestó que las mejores y me enseñó sus manos, eran enormes. Me sentí perplejo. Maestro Baba, le dije, qué me va hacer, y con esa voz tierna y tranquila me dice, recuerda que el cuerpo es un castillo y yo sé el lenguaje del corazón. Eso si saca de onda y qué es lo que usted construirá en mi corazón. Me miró perplejo y dijo, no sé, yo solo curo, no arreglo entuertos. Entonces me desperté
Noche 2012
Estaba en un hotel. Era precioso, con roca gris y columnas blancas. Estaba en altos. Abajo una ciudad con canales, con un río transparente que la atravesaba, el cielo era de azul metálico, al fondo unas nubes negras, enormes y dije: "no, esto no está bien". Y si, de pronto el brazo, la vertical de nubes. Carajo, un tornado ahora y la ciudad a medio camino. La dejará hecha mierda, pensé. El monstruo se acercaba rápidamente, veía como destrozaba la ciudad, volaban escombros por todos lados, el sonido era abrumador. Entonces corría. Sentía el enorme monstruo a mis espaldas, cerca. Entré al cuarto y el Sai Baba me esperaba con los brazos abiertos. Maestro, no joda, nos va llevar el carajo el tornado, le dije. Él me miró y dijo, olvídate de eso, recuerda que yo tengo una lámpara de amor que alumbra tu corazón. Quedé perplejo, afuera el tornado era un bramido espeluznante. Entonces me desperté. Esto no está bien, pensé, ya son dos visitas del Sai Baba en menos de dos meses.
Shalom Night
Yehuda me dice, ¿conoces al Sai Baba, verdad? lo he visto salir de tu casa; es relativo, Yehuda, de pronto se me aparece con esa melena envidiable y me dice metáforas holísticas que todavía no comprendo bien. Yehuda se queda viéndome, mueve la cabeza y suspira; ¡ah qué Marco!, yo que tú me la llevaba tranquila con el Sai Baba. Pero si me la llevo tranquila, le contesto gritando, ¡qué chingaos quieres que haga! si estoy soñando y de pronto ahí está, diciendo que hay un castillo en mi corazón y que él es un arquitecto de horizontes de amor y cosas así. Yehuda entrecierra los ojos y dice, ¿te friquearías si te dijera que yo también hago lo mismo?... ¡Ohhh chingao! alcanzo a escuchar que digo antes de despertarme.
Noche con campanas
Deja que entre en tu corazón, me dijo el Sai Baba; otra vez con eso maestro, le dije, la verdad no quiero que construya un castillo en mi corazón, mejor no la llevamos tranquila maestro. No, dijo, nada de eso, te prometí que escucharías la música de las campanas del alma. ¡No, ya no, le dije, ya basta de entrometerse en mis sueños! me levanto siempre bien sacado de onda. De eso se trata, me dijo, de las ondas, mira, vez mi mano, ya están alterando tus ondas, mira, mira con atención...entonces me despierto. Holístico pensé, me estoy volviendo holístico.
Noche arcaica
Oiga maestro Baba, qué sabe usted de la psicomagia, de los psico-chamanes. ¡Nada, me dice, nada sé de esas charlatanerías! Pero Maestro, le digo afinando los argumentos, mire, mire, ellos también hablan de “los espíritus como cuerpos inhibidores intelectuales”, mire dicen que “las ideas que absorbemos en la familia, como: “el amor no existe”, “el dinero es sucio”, “el sexo es el demonio”, “las mujeres son idiotas”, etcétera, y que, en nuestro presente, limitan el contacto con nuestra lucidez y genio”; le cito de memoria (algo insólito) con mis brazos abiertos. Nada, nada, nada solo acuérdate de los castillos del alma y de las ondas, me dice manoteando, de las metáforas sanadoras y de mis manos, mira, mira mis manos ¡Míralas! No cabe duda, el maese Baba, se pone cada vez más violento en mis sueños. Eso me que saca de onda, pero esto del chaman que todos llevamos dentro ya no me está gustando. ¿Hasta dónde me llevarán los sueños?
El Régimen
Empezaremos por tu alimentación, me dijo el Sai Baba, de ahora en adelante nada de lácteos ni de grasas animales; ¿ni siquiera un poco de queso Sai Baba? si, el queso está permitido, entre más amarillo mejor, recuerda que las frutas amarillas tienen mucha proteína y carecen de ácidos lácticos. El Sai Baba era enfático, yo tomaba nota y asentía con el ceño fruncido, uno debe tener siempre el ceño fruncido cuando se habla de la propia salud. Te alimentarás de carbohidratos vegetales y de vitaminas animales, jugos de jitomate en la mañana, miel con limón en la tarde y cacahuates con ajo en la noche. ¿Con ajo maestro?, así es, el ajo enfatiza la síntesis del metabolismo celular y de la retención de líquidos... carajo, cuando habla así el Maestro Baba ni qué decirle.
La Caminadora
Maestro Baba hice media hora de cardio en una caminadora, sude por todos lados. Así es, con eso se empieza, se suda la frustración de años de ser un perdedor empedernido y un tragón de mierda. No pues Maestro, no me anime de esa manera. ¡Nada, nada! Tienes que seguir con tu dieta macrovitamínica con proteínas vegetales y vitaminas animales. Recuerda, y me señala con su grandísimo dedo índice, recuerda que el fin de esta carrera tiene que ver con la música del amor que voy a tocar en tu corazón... ¡Chale! ¿Todavía sigue con eso maestro Baba?
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